GET-Viento triste. Primera parte (2014)

GET- Viento triste. Segunda parte (2014)

miércoles, 29 de mayo de 2013

El verso. Teoría con ejemplos


EL VERSO

El verso es la unidad rítmica, es decir, la parte más pequeña del poema sujeta a ritmo y medida. Está siempre en función de otro u otros versos. Su ritmo depende principalmente de los elementos siguientes: el acento, la rima, el cómputo silábico y las pausas y encabalgamientos.


A) El acento

La versificación española se basa en el ritmo intensivo o acentual, no en el cuantitativo como lo hacían la griega y la latina. Por ello, es fundamental la distribución de los acentos. De todos los que aparecen en el verso nos interesa especialmente el último; pues, como veremos, influye de manera decisiva en el resto de elementos rítmicos.
Según la posición de la última sílaba acentuada, los versos se clasifican en:
- verso agudo: es aquel cuya última sílaba acentuada coincide con la última del verso (“lloras zumo de limón”);
- verso llano: es aquel cuya última sílaba acentuada es la penúltima del verso (“vino primero pura”);
- verso esdrújulo: es aquel cuya última sílaba acentuada es la antepenúltima del verso (“que contesten nuestras grimas”).


B) La rima.
La rima consiste en la repetición de ciertos fonemas a partir de la última vocal acentuada. Si en dos o más versos esa coincidencia es total, es decir, afecta a vocales y consonantes, se dice que esos versos riman en consonante. Si sólo se repiten todos los fonemas vocálicos, se habla de rima asonante. La asonancia puede no ser perfecta, ya que es posible entre una palabra esdrújula y una llana (se prescinde de la vocal intermedia: “cántico / claro”) y entre una palabra con diptongo y otra sin él (la vocal débil no cuenta: “viento / presto”).
La rima de una composición sólo puede ser consonante o asonante, dado que las normas clásicas prohiben su mezcla.
Los versos que no riman en una composición donde otros sí lo hacen se dice que quedan sueltos.1


C) El cómputo silábico.
La versificación usada por nuestros poetas se basa fundamentalmente en el número de sílabas del verso.
A la hora de realizar el cómputo silábico de cada uno de los versos de una composición, conviene recordar que las sílabas gramaticales no siempre coinciden con las sílabas métricas; es decir, hay que tener en cuenta las reglas y las licencias que sigue y emplea el poeta.


Dos son las reglas métricas que debe emplear el poeta y que afectan al cómputo silábico, a saber:


1ª) La posición del último acento determina el número de sílabas métricas, que se marcan con una línea recta: __ , del modo siguiente: cuando el verso es agudo se cuenta una sílaba más, si es llano sólo las existentes y si es esdrújulo una menos. Así:


Llo ras zu mo de li món7 + 1 = 8 sílabas métricas (verso agudo)
   1    2    3   4   5  6   7


Vi no pri me ro pu ra7 sílabas métricas (verso llano)
   1   2  3   4    5   6  7


Que con tes ten nues tras gri mas9 – 1 = 8 sílabas métricas (verso esdrújulo) 
    1     2     3  4      5       6   7  (8)    9




2ª) Cuando una palabra que termina en vocal(es) está seguida de otra que comienza por vocal(es) se hace sinalefa, es decir, ambas se unen constituyendo una sola sílaba métrica, que se señala con una línea curva: 
No debemos olvidar que, salvo a comienzos de la Edad Media, la hache no impide la sinalefa.
Además, debemos tener en cuenta que cuando una conjunción copulativa (y, e) o disyuntiva (o, u) va entre dos vocales sólo forma sinalefa con la palabra que va a continuación. Así:


Dios es tá a zul. La flau ta y el tam bor 10 + 1 = 11
    1     2    3    4     5    6   7   8      9   10


a nun cian ya la cruz de pri ma ve ra.” 11
1 2       3    4   5     6   7   8   9   10 11
(Juan Ramón Jiménez)


Las tres licencias métricas que con mayor frecuencia emplea el poeta para lograr el cómputo silábico deseado son las siguientes:
a) El hiato –también llamado dialefa- es el fenómeno contrario a la sinalefa: la vocal final de una palabra y la primera de la siguiente no se unen, cada una de ellas forma parte de una sílaba distinta. El símbolo que empleamos para señalarlo es éste: /.


Ejemplo:
Mi / al ma en paz se en cuen tra7
    1     2        3       4        5          6       7
 

b) La diéresis consiste en la destrucción de un diptongo, separando sus vocales en dos sílabas distintas. Esta licencia suele señalarse en la escritura poniendo dos puntitos (llamados diéresis o crema) sobre la vocal cerrada. En el cómputo silábico se indica empleando el mismo símbolo que utilizamos para marcar el hiato.
Ejemplo:
Tu glo / o sa fren te7
    1   2    3    4   5     6     7


c) La sinéresis es la licencia menos usada de las citadas. Consiste en convertir en diptongo dos vocales que dentro de una palabra van en sílabas distintas. Se marca así: .
Ejemplo:
Mi al ma es be o da6
   1    2       3       4      5     6
 


Las licencias métricas no se reconocen a priori; es el cómputo silábico completo del texto el que nos indica que es posible que el poeta se haya servido de ellas.


D) Las pausas y encabalgamientos.
La pausa es la breve interrupción o descanso que debemos hacer entre el final de un verso y el comienzo del siguiente. A veces, esa pausa obligada resulta violenta por razones sintácticas, se habla entonces de encabalgamiento.
Un encabalgamiento es, por tanto, el desajuste que se produce cuando el final de una construcción sintáctica no coincide con el final del verso. Podemos observarlo en el siguiente ejemplo:


“¿Y dejas, Pastor santo,
tu grey en este valle hondo, escuro,
con soledad y llanto;
y tú, rompiendo el puro
aire, te vas al inmortal seguro?”
(Fray Luis de León)


Se llama verso encabalgante a aquel en que se inicia el encabalgamiento (“y tú rompiendo el puro”) y verso encabalgado a aquel en que termina (“aire, te vas al inmortal seguro?”).
El encabalgamiento se considera abrupto si se extiende hacia la mitad del verso encabalgado (o menos, como en el ejemplo anterior) y suave si va más allá.
Los encabalgamientos se suelen usar para realzar y potenciar el valor expresivo de las palabras que lo forman.


E) Clasificación de los versos según el número de sílabas.
Los versos se clasifican atendiendo al número de sílabas del siguiente modo:
A) Versos simples son los que poseen once o menos sílabas. Se dividen en:
-Versos de arte menor, que son los que tienen ocho o menos sílabas. Se les denomina:
-bisílabos (si tienen dos sílabas);
-trisílabos (si tienen tres);
-tetrasílabos (si tienen cuatro);
-pentasílabos (si tienen cinco);
-hexasílabos (si tienen seis);
-heptasílabos (si tienen siete);
- y octosílabos (si tienen ocho).


Este último, el octosílabo es el más característico de la poesía española. Está presente en nuestra lírica -tanto en la culta como en la popular- desde sus inicios.


-Versos de arte mayor2, que son los que están formados por nueve o más sílabas y que reciben los siguientes nombres:
-eneasílabos (los que tienen nueve sílabas);
-decasílabos (los que tienen diez);
- y endecasílabos (los que tienen once).

De ellos, el endecasílabo es el más utilizado. Este verso de origen italiano fue plenamente adaptado a nuestra poesía por Garcilaso de la Vega (siglo XVI) y desde entonces ha sido empleado por todos los poetas.


B) Versos compuestos son los que constan de más de doce sílabas. Son compuestos porque están formados por dos simples, separados por una pequeña pausa que se denomina cesura. Las características de un verso compuesto son las siguientes:


1ª. La cesura que divide los dos versos impide la sinalefa.
2ª. El cómputo silábico se realiza como si fueran dos versos independientes.


Los versos compuestos más utilizados son los que citamos a continuación:
- el dodecasílabo, es decir, el de doce sílabas;
-y el alejandrino, que consta de catorce.


El dodecasílabo es el verso solemne de los poetas de los siglos XIV y XV. Más importante en nuestra métrica es el alejandrino, verso propio del Mester de Clerecía (siglos XIII y XIV), empleado también en el Romanticismo (primera mitad del XIX). Los versos de más de catorce sílabas raramente han sido utilizados por nuestros poetas, aunque podemos encontrarlos en la poesía contemporánea.




1 No deben confundirse este tipo de versos con los llamados blancos ni con los denominados libres. Los versos blancos son los que sujetándose a las demás leyes rítmicas (acentos, pausas, número de sílabas, etc.) carecen de rima y los libres son aquellos que no se sujetan a las leyes métricas establecidas, pues su medida y su rima (cuando ésta existe) dependen del gusto del poeta.
2 La rima de los versos se indica colocando, al lado del número que apunta cuántas sílabas lo componen, una letra -siguiendo el orden alfabético-, que irá en minúscula si la rima es asonante y en mayúscula si es consonante. El verso que quede suelto se señalará con un guión. Fíjate en los ejemplos siguientes:

“Estaba la mar en calma 8-
la luna estaba crecida 8a
moro que en tal signo nace 8-
no debe decir mentira.” 8a
(Anónimo)


“Tanto es el mal que mi corazón siente 11A
que sólo la memoria de un momento 11B
viene a ser para mí crudo accidente. 11A
¿Cómo puede vivir mi pensamiento 11B
si al pasado placer y el mal presente 11A
tienen siempre ocupado el sentimiento?” 11B

(Boscán)

EMM

Las estrofas. Teoría con ejemplos


LAS ESTROFAS

A) La estrofa
Para que un verso pueda ser considerado como tal, tiene que estar agrupado con otro u otros versos, en función de una unidad superior llamada estrofa. Así, podemos definir la estrofa como un conjunto de dos o más versos que posee una distribución rítmica fija.
Las estrofas se suelen clasificar teniendo en cuenta su número de versos. Atendiendo a esa clasificación las más importantes son las que incluimos a continuación. El esquema métrico o estructura de las mismas está representado por letras mayúsculas o minúsculas –dependiendo de que los versos sean de arte mayor o menor- que indican la distribución de las rimas.


A.1. Estrofas de dos versos
Pareado. Es la estrofa que consta de dos versos de arte mayor que riman, normalmente, en consonante. (AA)-(aa)
“Por falso dicho de hombre mentiroso
no pierdas un amigo provechoso.”
(Don Juan Manuel)


Aleluya. Se llama así al pareado de arte menor. (AA)-(aa)
“La primavera ha venido
nadie sabe cómo ha sido.”
(A.Machado)




A.2. Estrofas de tres versos
Terceto. Es la estrofa formada por tres versos de arte mayor que riman en consonante. (Suelen rimar de forma encadenada: ABA – BCB – CDC...).
“No he de callar, por más que con el dedo
ya tocando la boca, o ya la frente
silencio avises o amenaces miedo.”
(Quevedo)


La de arte menor se llama tercerilla. (ABA – BCB – CDC..., por ejemplo)

La soleá es una tercerilla independiente de versos octosílabos. (a-a)




A.3. Estrofas de cuatro versos
Cuarteto. Es la estrofa constituida por cuatro versos de arte mayor con rima consonante encadenada. (ABBA)
“¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta cubierto de rocío
pasas las noches del invierno oscuras?”
(Lope de Vega)


Serventesio. Es la estrofa formada por cuatro versos de arte mayor que riman en consonante de forma cruzada. (ABAB)
“Yo soy aquél que ayer no más decía
el verso azul y la canción profana
en cuya noche el ruiseñor había
que era alondra de luz por la mañana.”
(Rubén Darío)


Cuaderna vía. Es la estrofa constituida por cuatro versos alejandrinos monorrimos en consonante. (AAAA)
“Mester trago fermoso, non es de joglaría,
mester es sen pecado, ca es de clerezía:
fablar curso rimado por la cuaderna vía
a sílabas cuntadas, ca es gran maestría”
(Libro de Alexandre)


Redondilla. Es la estrofa que consta de cuatro versos de arte menor con rima encadenada. (ABBA)
“Tras de un amoroso lance,
y no de esperanza falto,
volé tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.”
(San Juan de la Cruz)


Cuarteta. Es la estrofa formada por cuatro versos de arte menor que riman de forma cruzada. (ABAB)
“La primavera besaba
suavemente la arboleda
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.”
(A. Machado)


Seguidilla. Es una estrofa de cuatro versos de arte menor, el primero y tercero heptasílabos sueltos y el segundo y cuarto pentasílabos de rima consonante o asonante. (7- 5a 7- 5a) - (7- 5A 7- 5A)
“Estrellitas del cielo
son mis quereres
¿dónde hallaré a mi amante
que vive y muere?”
(García Lorca)


Copla. Es la estrofa que consta de cuatro versos de arte menor –frecuentemente octosílabos- con rima en asonante los pares y sueltos los impares. (8– 8a 8– 8a)
“Alas que besan la hierba,
alas que cuelgan los árboles,
alas que abarcan los montes,
alas que tienden los mares.”
(J. R. Jiménez)


A. 4. Estrofas de cinco versos
Quintilla. Es una estrofa de cinco versos octosílabos cuya rima consonante se distribuye de forma libre aunque respetando las tres condiciones siguientes:
- no debe quedar ningún verso suelto,
- no pueden rimar tres seguidos,
- los dos últimos no pueden formar pareado (o mejor dicho aleluya).


Ejemplo:
“Por cuestión de negra honrilla A
me propongo demostrar B
que el hacer una quintilla A
es la cosa más sencilla A
que se puede imaginar.” B
(Vital Aza)


Lira. Es la estrofa de cinco versos y rima consonante cuya estructura es: 7A 11B 7A 7B 11B; es decir, la combinación de dos versos endecasílabos (el segundo y el quinto) y tres heptasílabos que riman en consonante el primero con el tercero y el segundo con el cuarto y el quinto.
“Si de mi baja lira
tanto pudiese el son, que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento,
y la furia del mar en movimiento.”
(Garcilaso de la Vega)




A.5. Estrofas de seis versos
Sextilla. Es una estrofa formada por seis versos de arte menor con rimas variadas. La más conocida es la copla de pie quebrado, llamada también estrofa manriqueña. Estamos en este caso ante una sextilla doble formada por versos octosílabos y tetrasílabos (el tercero y el sexto de cada estrofa) que riman en consonante del siguiente modo: ABC : ABC ; DEF : DEF.
“Recuerde el alma dormida 8A
avive el seso e despierte 8B
contemplando 4C
cómo se pasa la vida, 8A
cómo se viene la muerte 8B
tan callando 4C
cuán presto se va el placer 8D
cómo, después de acordado; 8E
da dolor; 4F
cómo, a nuestro parecer, 8D
cualquiera tiempo pasado 8E
fue mejor.” 4F
(Jorge Manrique)




A. 6. Estrofas de ocho versos
Octava real. Esta estrofa, también llamada octava rima, consta de ocho versos endecasílabos que riman en consonante de forma alterna los seis primeros y constituyen un pareado los dos últimos. (ABABABCC)
“Cerca del Tajo en soledad amena
de verdes sauces hay una espesura,
toda de hiedra revestida y llena,
que por el tronco va hasta el altura,
y así la teje arriba y encadena,
que el sol no halla paso a la verdura;
el agua baña el prado con sonido
alegrando la vista y el oído.”
(Garcilaso de la Vega)




A. 7. Estrofas de diez versos
Décima o espinela. Esta estrofa recibe el nombre de espinela por haber sido Vicente Espinel, en el siglo XVI, quien fijó su estructura. Consta de diez versos octosílabos que riman en consonante de la siguiente forma: ABBA AC CDDC.
“Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende;
sueña el que agravia y ofende;
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son
aunque ninguno lo entiende.”
(Calderón de la Barca)




B) El poema
La unidad rítmica superior recibe el nombre de poema. El poema se puede definir como el conjunto de versos que el poeta ha concebido como un todo unitario. Los poemas pueden ser estróficos (constituidos por una sola estrofa -monoestróficos-, o por varias –poliestróficos-) o no estróficos (no estructurados en estrofas). A continuación se definen y ejemplifican los más destacados.


B.1. Poemas estróficos
Zéjel. Es un poema de origen arábigo-andaluz, muy frecuente en la España cristiana medieval. Está escrito normalmente en octosílabos y consta siempre de:
-un estribillo (que puede tener uno o dos versos monorrimos: a / aa o A / AA);
-la mudanza (tres versos monorrimos: bbb o BBB);
-y un verso de vuelta (que rima con el estribillo: a o A).

“¿Por qué me besó Perico,
por qué me besó el traidor?


Dijo que en Francia se usaba
y por eso me besaba,
y también porque sanaba
con el beso su dolor.


¿Por qué me besó Perico,
por qué me besó el traidor?”
(Anónimo)


Villancico. Es un poema escrito por lo general en octosílabos, formado siempre por las tres partes siguientes:
- el estribillo o cabeza, que tiene de dos a cuatro versos con rimas diversas;
- la mudanza, que suele ser una redondilla o una cuarteta;
- y la vuelta, formada por tres o cuatro versos de los que el primero ( el verso de enlace) tiene la misma rima que el último de la mudanza y los demás ( al menos el último) la misma que el estribillo.

“Mañanicas floridas
del frío invierno,
despertad a mi Niño
que duerme al hielo.


Mañanicas dichosas
del frío diciembre,
aunque el cielo os siembre
de flores y rosas,


pues sois rigurosas
y Dios es tierno,
despertad a mi Niño
que duerme al hielo.”
(Lope de Vega)


Como se puede observar, el villancico es una especie de zéjel castellano. Se trata de una de las composiciones más populares de nuestra métrica medieval y renacentista. Su origen es navideño.
La letrilla es una variante del villancico que se diferencia de aquél por su contenido satírico y burlesco.


Soneto. Es un poema formado por catorce versos de arte mayor (frecuentemente endecasílabos) que riman en consonante y se agrupan en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos. Su estructura más habitual, aunque desde luego no exclusiva, es la siguiente: ABBA ABBA CDC DCD.
“Un soneto me manda hacer Violante
y en mi vida me he visto en tal aprieto.
Catorce versos dicen que es soneto,
burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante
y estoy en la mitad de otro cuarteto,
mas si me veo en el primer terceto
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le estoy dando.

Ya estoy en el segundo y aún sospecho
que voy los trece versos acabando
contad si son catorce y está hecho.”
                                          (Lope de Vega)


La revolución métrica que supuso el Modernismo, encabezado por Rubén Darío, modificó la forma del soneto: entre otros cambios, los versos se convirtieron en alejandrinos con frecuencia y a menudo los cuartetos fueron sustituidos por serventesios. Posteriormente, predominó de nuevo el gusto por el soneto en su forma clásica.




B.2. Poemas no estróficos
Silva. Es una composición de un número indeterminado de versos endecasílabos y heptasílabos libremente dispuestos con rima consonante a gusto del poeta. Puede incluir algún verso suelto.
“¿Con qué culpa tan grave,
sueño bando y suave,
pude en largo destierro merecerme
que se aparte de mí tu olvido manso?
Pues no te busco yo por ser descanso,
sino por muda imagen de la muerte.
Cuidados veladores
hacen inobedientes mis dos ojos
a la ley de las horas:
no han podido vencer a mis dolores
las noches, ni dar paz a mis enojos...”
(Quevedo)


Esta forma métrica es la que utiliza el madrigal: poema lírico breve de tema amoroso.
En la poesía castellana de nuestro siglo se cultiva con frecuencia un nuevo modelo de silva: la asonantada.


Romance. Es un poema formado por una serie indeterminada de versos octosílabos que riman en asonante los pares quedando sueltos los impares. ( 8- 8a 8- 8a 8- 8a 8- ...)
“Herido está don Tristán
de una mala lanzada;
diérasela el rey, su tío,
por celos que de él cataba;
el fierro tiene en el cuerpo,
de fuera le tiembla el asta.
Valo a ver la reina Iseo
por la su desdicha mala.
Júntanse boca con boca,
cuando una misa rezada,
llora el uno, llora el otro,
la cama bañan en agua.
Allí nace un arboledo
que azucena se llamaba,
cualquier mujer que la come
luego se siente preñada;
comiérala reina Iseo,
por la su desdicha mala.
(Anónimo)


El romance de versos octosílabos es el romance propiamente dicho, el tradicional, pero además existen otros tipos de romances atendiendo al número de sílabas de sus versos.


Romance heroico. Es el romance de versos endecasílabos.
“Pronto el son de timbales y añafiles
en la parte exterior, la grita y bulla
que en las calles levanta el gran gentío,
y el estruendo de arneses y herraduras,
que llega dicen el gallardo moro,
el retador valiente. Expresión una
y una sola actitud se advierte en todos
cuando el ancho circo en torno ocupan...”
(Duque de Rivas)


Romance endecha. Es el romance de versos heptasílabos.
“¡ Ay, soledades tristes
de mi querida prenda,
donde me escuchan solas
las ondas y las fieras!
Las unas que, espumosas,
nieve en las peñas siembran,
porque parezcan blandas
con mi dolor las peñas;
las otras que bramando
ya tiemplan la fiereza,
y en sus entrañas hallan
el eco de mis quejas...”
(Lope de Vega)


Romancillo. Es el romance de versos hexasílabos o de menor medida aún.
“Los olivos grises,
los caminos blancos.
El sol ha sorbido
la color del campo;
y hasta tu recuerdo
me lo va secando
este alma de polvo
de los días malos.”
(A. Machado)


Poema en verso libre. Suele denominarse simplemente verso libre. Este tipo de composición se aleja casi totalmente de las tradicionales y se caracteriza por:
- la ausencia de estrofas,
- la ausencia de rima,
- la ausencia de medida en los versos,
- la ruptura sintáctica de la oración.


El ritmo de este tipo de poema se consigue gracias a elementos como los siguientes: la reiteración de sonidos, palabras o esquemas sintácticos; el orden en que se sitúan las palabras; la simetría de los acentos; la brevedad o excesiva longitud de los versos; la interrupción de la secuencia fónica mediante las pausas entre un verso y otro; etc.
“Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora:
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos.
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala
sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el
                                                                            tormento.

Allá donde termine este afán que exige un dueño a
                                                                       imagen suya,
Sometiendo a otra su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia.
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.”
(Luis Cernuda)
EMM



jueves, 23 de mayo de 2013

Marcadores textuales. Operadores discursivos






Operadores discursivos


Tipos

Uso
Ejemplos

Expresión del punto de vista

Expresan que lo enunciado, en principio, carece de valor universal y solamente es válido para el enunciador.
En mi opinión , a mi juicio, a nuestro entender, desde mi punto de vista...

Manifestación de certeza

Frente a los anteriores, lo enunciado tiene carácter universal.
Es evidente que, todo el mundo sabe, no hay duda de, está claro que...
OPERADORES DISCURSIVOS
Confirmación

Confirman lo que se viene enunciando o se ha enunciando anteriormente.
En efecto, por supuesto, desde luego...
(Indican la posición del enunciador ante el enunciado o bien inciden en el tratamiento de la información
Tematización

Introducen el tema en el enunciado sobre el que se va a tratar.
Respecto a, a propósito de, en cuanto a...

Reformulación, explicación, aclaración

Explican, refuerzan o dan un pequeño giro a la información que se está proporcionando,
Esto es, es decir, o sea, en otras
palabras, a saber, mejor dicho, en concreto...

Ejemplificación

Muestran argumentos de ejemplo
para apoyar la información .
Por ejemplo, a saber, así, pongamos por caso...


Nuestro teatro - Viento triste (2013)